Hará cosa de un año asistí a la presentación de la nueva estrategia de eGov de una de las ciudades líderes en Smart Cities. Allí, lo primero que se abordó fue la necesidad de un replanteamiento de la estrategia en base a lo mucho que había cambiado el mundo Digital, desde la presencia web como eje central, al multi-canal, multi-pantalla. De cómo, especialmente las nuevas generaciones, dividen su atención entre varias pantallas y como desde la estructura de comunicación de la ciudad era necesario acomodarse a esta nueva realidad.
Finalmente, la propuesta se expresaba en forma de metáfora. ¿No sería fantástico tener todos los servicios de la ciudad disponibles en el móvil? ¡ La ciudad en tu móvil !
Las metáforas son elementos de comunicación muy poderosos. Nuestras habilidades como especie se singularizan en lo visual, de ello que las metáforas visuales sean no sólo las más recordadas sino también las que tienen una mayor capacidad de cautivar nuestra imaginación.
Sin embargo, para que todo esto suceda, éstas deben ser nuevas, no haber sido incorporadas a nuestra vida, no formar parte de lo cotidiano. Y en esa ocasión, buena parte de la audiencia estaba contestando mails con el móvil, haciendo tweets o mirando su Facebook …