Hace unas semanas tuve la oportunidad de convivir unos días con el equipo del consistorio de Puebla (México) donde trabajamos con todos los grupos sociales activos en la ciudad (empresas, universidades, colectivos, …). Puebla está decida a convertirse en una Smart City y liderar este movimiento en México.
Sin embargo Puebla aunque está entre las más dinámicas de México, es una de las más pobres.
Y es aquí donde se plantea un reto interesante. ¿Cómo es una Smart City en un país que no es del primer mundo, en un país menos desarrollado? Smart Cities tradicionalmente han tenido que ver con la tecnología más sofisticada, ¿cómo podemos hacer Smart Cities en escenarios donde las necesidades son más primarias y las capacidades más escasas?
Llevamos ya algunos años con estos temas, en muchos casos de la mano del World Bank, otros como en este con Anteverdi – Pilar Conesa. Desde nuestro punto de vista la clave está en movilizar la ciudadania y redifinir el concepto de ciudadania en el siglo XXI.