Estos días se ha celebrado en Napa Valley en California el 1er Congreso de Innovación Abierta (World Open Innovation Congress). Algo más de un centenar de personas procedentes de la academia y la industria han explorado el estado de la innovación abierta hoy, en 2014, once años después de su génesis.
Desde el principio Esade está muy ligada a los temas de Innovación Abierta y es uno de los motores del movimiento. En este congreso hemos participado Ivanka y yo mismo, aunque muchos de los investigadores como Henry Chesbrough, Wim Vanhaverbeke o Sabine Brunswiker estan con nosotros como profesores titulares o como visiting. De alguna manera, estamos en casa.
En estos diez años se ha recorrido un largo camino. Hoy Open Innovation es una disciplina consolidada con aportaciones en muchas áreas desde el entrepreneurship, hasta las SMEs, el mundo de la creatividad, lo público o las Smart Cities. Si quisiéramos resumir en una sentencia esta evolución, la describiríamos como el paso de la innovación concebida a partir de una relación entre 2 actores – una relación diadíca – donde uno obtiene innovación de otro normalmente más pequeño, a una concepción basada en ecosistemas donde la interacción es el protagonista principal.
En esta conferencia se ha evidenciado de una manera muy clara este cambio en practicamente todas las áreas. Muchos hemos tenido la sensación de final de una etapa, pero sólo un instante, sólo para caer en la cuenta que posiblemente esta conferencia no es el final de nada sino el principio de todo.