Smart Cities y Infraestructuras Invisibles

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Siempre que pensamos en infraestructuras pensamos en aeropuertos, lineas de AVE, autopistas, elementos que generalmente nos permiten conectarnos y conectar. Cuando nos referimos a las infraestructuras de la sociedad de la información, inevitablemente hablaremos de redes de fibra, redes de wifi, … también estamos hablando de conectar. Pero, ¿son éstas las únicas infraestructuras que ha creado este mundo de Internet? Quizás no …

Pensemos en un problema sencillo y como se le ha dado solución a lo largo de la historia: los taxis. Se trata de un problema de coordinación sencillo, taxistas que buscan clientes con clientes que necesitan un taxi. Inicialmente, y aún hoy en ciudades pequeñas, la única forma de conseguir un taxi es llamar por teléfono y concertar hora y lugar. En situaciones de demanda pequeña, esto funciona bien, aunque no deja de ser una lata para turistas y viajeros poco familiarizados con el lugar. Si la demanda crece y hay más taxis, aparece un nuevo sistema de coordinación. Los taxis dan vueltas alrededor de las zonas más concurridas y los viajeros los llaman alzando la mano. Funciona bien para zonas concurridas aunque es poco eficiente, pues genera tráfico innecesario, polución, desperdicia combustible y desprecia las zonas de baja demanda.

Über, Hallo y otros proponen un sistema mejor. Existe una plataforma donde los taxis, o los vehículos que prestan dicho servicio, pueden conocer de una manera extremadamente fácil si alguien cerca requiere un servicio y aceptarlo si es el caso. Parece una forma más eficiente, menos tráfico innecesario – no hay que dar vueltas con el taxi todo el día, menos polución y servicio en zonas con poca demanda.

Pero ¿dónde está la coordinación? Quién decide a que taxi se le envía la petición de servicio de un usuario concreto? ¿Quién desvía esa petición a otro taxista? ¿Quién coordina las cancelaciones? La coordinación, todas estas funciones, están en la plataforma de software. Nadie hace esto. Pero, lo que es más interesante es ¿a qué coste? Bueno, una vez montada la plataforma, el coste es prácticamente cero y escala de maravilla. Va igual de bien para 10 taxis, que para 10,000 taxis que para 1,000,000 de taxis y al mismo coste: cero.

Así pues tenemos un modelo de negocio donde creamos valor a coste cero, ¿interesante no?

De hecho lo que tenemos es una infraestructura que permite como las anteriores, conectar. En este caso taxis con gente que necesita un taxi. En otros como airbnb, gente que dispone de alojamiento con gente que busca alojamiento.

También los servicios públicos empiezan a hacer uso de este tipo de infraestructuras.

Por ejemplo la ciudad de Helsinki ha puesto en marcha Kutsuplus (llama plus en Finlandés kutsuplus.fi), son microbuses que los llamas con un app e indicas el origen y destino. En una decena de minutos te recogen y hasta puedes llevar la bici. Cuesta 3.5€ + 0.45€ por km. Una especie de über compartido municipal. De momento sólo funciona en una área de la ciudad pero al igual que über es en los casos de menor demanda una mejor manera de gestionar el transporte. El sistema re-ordena las rutas en función de la demanda, automáticamente y a coste cero claro.

Estas infraestructuras invisibles no están limitadas al transporte. Barcelona recientemente ha ganado la competición Mayors Challange 2014 (http://mayorschallenge.bloomberg.org/) con la aplicación Vincles (lazos en catalán) que quiere dar respuesta a las necesidades de las personas mayores que viven solas, proporcionando acceso y coordinación con los servicios médicos, asistenciales y voluntarios que se ofrecen para hacer compañía, sacar a pasear o conversar con los ancianos. Todo ello en el smartphone o en la tableta y de una manera muy gráfica. Claro, la plataforma tiene calendario y permite la coordinación de todos a coste cero, pero también llamadas y asistencia vía videoconferencia.

Estos son algunos ejemplos de las infraestructuras que vienen, infraestructuras invisibles. En España quizás necesitamos algunas más de éstas y algunas menos de las otras, especialmente cuando la demanda no las justifica y la inversión nos endeuda durante generaciones. Porque a diferencia de las otras, éstas escalan y lo hacen a coste cero.