El empleo que viene: Los Urbanpreneurs
Si hay algo que preocupe en España – más allá de la corrupción política – es el empleo, especialmente entre los jóvenes.
El problema español es un tanto particular, obreros a los que se les acabaron las obras, clases medias sin los medios para emprender y de la clase de las clases altas visto la que está cayendo mejor ni hablar. Sin duda el caso español tiene muchas peculiaridades, la rigidez de los mercados, las inversiones inverosímiles en obra pública guiadas por criterios electorales cortoplacistas que no sólo detraen recursos extremadamente necesarios del sistema sino que generan culturas regresivas y preconizan formas de competir situadas en lo monopolístico, el amiguismo o el clan. El caso español es sin duda particular, mucho se ha escrito sobre él y mucho más se escribirá sin duda alguna – pues elecciones hay muchas y parece que todas este año …
Más allá del caso español, la generación de empleo es un tema amplio de discusión. De alguna forma, las teorías Maltusianas reaparecen cada poco con su mensaje de la pinza insalvable entre una tecnología que destruye más y más empleo – antes automatización y ahora inteligencia artificial y machine learning – y una población cada vez mayor, más preparada y con más aspiraciones. Sin embargo, a pesar de las peores predicciones vemos como las sociedades se reinventan y también lo hace el empleo.
La pregunta realmente interesante es pues, no si vamos a sobrevivir a la enésima reedición de la teoría maltusiana de turno – que si – sino ¿cómo? ¿De donde saldrá la generación de empleo? Este es el factor que cambia de crisis en crisis y detectarlo a tiempo permite incidir mejor en políticas que nos van a permitir crecer en vez de gastar recursos públicos apoyando sectores que suponemos van a generar empleo cuando en realidad no va a ser así.
Esta es una pregunta que no tiene una respuesta genérica. Esto de predecir cosas es siempre complicado y si están situadas en el futuro ni te digo.
Ahora bien, una manera de acercarse a las posibles respuestas es ver qué es lo que está sucediendo en las sociedades que están un paso por delante nuestro en la salida de la crisis. En las reconversiones anteriores vimos como una gran parte del empleo se trasladaba al campo de las aplicaciones web, apps y software en general y la industria manufacturera se deslocalizaba hacia Asia (por cierto nosotros seguíamos intentando parar la historia en vez de colaborar con ella … ). ¿Qué es lo que está pasando ahora?
El caso de los EEUU y especialmente Nueva York es particularmente interesante. Una economía en la mejor forma de los últimos años con un crecimiento agregado de alrededor del 3% que se traslada en crecimientos en el empleo en áreas como Nueva York cercanos al 12%, es un excelente escenario para entrever el futuro, siempre allí pero mal repartido.
Ante todo debemos decir que éste es un caso y nos ayuda a vislumbrar tendencias, convertirlo en dogma y olvidad la diversidad de situaciones es vivir en un mundo que no existe, en un mundo inventado. El mundo real es plural y lleno de claroscuros.
En Nueva York la industria por excelencia son las finanzas. Si observamos la estructura de la recuperación anterior, la del 2003-2008, podremos observar que casi un 40% de la generación de empleo viene de la industria financiera, es la época que tan bien reflejo Tom Wolfe en The Bonfire of the Vanities, la época del crack y la cocaina por doquier. Sin embargo si observamos esta recuperación veremos que el panorama ha cambiado radicalmente. Las finanzas apenas suponen el 10% de la creación de empleo. En efecto, el trading hoy en día lo hacen programas de inteligencia artificial y las inversiones de pequeños ahorradores son básicamente on-line. ¿De donde viene pues el empleo?
Pues una gran parte viene de lo que llamamos “Professional Services” y aquí es donde todo empieza a ser interesante, porque casi todo es diferente.
Sus negocios van desde la consultoría, hasta el coaching pasando por webs o servicios de personal trainer, un poco de todo. Son profesionales que ya no están insertos en la estructura de una empresa sino conectados a través de la red trabajando para multitud de ellas o para otros profesionales. Por un lado las empresas se desintegran y muchos de los servicios que antes solucionaban internamente se externalizan y se coordinan a través de la red – todos vivimos esta realidad. Por otro esta multitud de profesionales ahora sin la seguridad de una empresa, requieren servicios que antes no necesitaban: hay que estar al día porque hay que poder competir y eso quiere decir formación continuada, mentoring, nuevas competencias y también la prestación de servicios que antes proporcionaba la empresa y otros completamente nuevos como una web, videos de promoción, …
La característica principal es que se han convertido en emprendedores, emprendedores urbanos: urbanpreneurs. Trabajan en cafés y en espacios de co-working y aspiran a crecer. Como siempre quieren triunfar, pero la forma de triunfar ha cambiado, es diferente. No se trata de la startup al uso que busca una primera, segunda y quizás tercera ronda de financiación, que busca conectarse y participar en mercados globales, es otra cosa.
Así pues si ésta es la nueva forma que va tener el empleo, ¿tenemos las políticas adecuadas para ayudar a su creación? o ¿seguimos empeñados en parar la historia?